Avanza el verano, que en estas latitudes está siendo anormalmente frío y desapacible y llegamos a la octava etapa de esta segunda edición del SAL, metidas de lleno en las hojas de realizaciones en aplicación de lo que hemos aprendido en las primeras etapas de técnicas de bordado. Esto va más deprisa de lo que uno prevé antes de empezar y más de una persona me confiesa que tiene dificultades para seguir las etapas al día, pese a que mantiene el interés por hacer el proyecto; en esos casos, solo puedo deciros que debéis recordar que estamos participando en un juego, en una actividad 100% relajante y voluntaria y que no podeis vivirla como una obligación penosa. De hecho, hay mucha gente que había perdido el ritmo en la primera edición y están ahora encantadas siguiendo esta nueva andadura con calma y dejándose llevar de la alegría que produce disfrutar de esos pequeños momentos de relax y aislamiento. A fin de cuentas, un proyecto como este no tiene fecha de caducidad y aunque hayamos marcado unos plazos por poner un poco de orden en la organización, eso no significa que haya una exigencia de rendir cuentas a nadie, de modo que tomaos el tiempo necesario y todo llegará más pronto que tarde.
Hace bastante tiempo que no miro y remiro mi libro y casi había olvidado lo bonita que me parece esta hoja, que rompe con el colorido habitual del SAL, abandonando el rojo para vestirse de esos preciosos azules empolvados que tanto nos gustan y que en este caso, con pequeños toques de verde, blanco y tostado, consiguen una composición elegante y delicada que podría servir como pauta para otras labores y estoy pensando concretamente en ajuar de bebé (¿por qué será?) o en lencería para la casa. Estoy segura de que unas sabanitas bordadas en esos tonos y con esos puntos serían un regalo perfecto, ¿no os parece?
Sé que vais a disfrutar mucho con esta página, porque además de los tonos tan bonitos, es muy sencilla de bordar, si exceptuamos el "point de poste" o punto espuma, que a mí me ha hecho sudar tinta mientras me esforzaba en conseguir que mis bucles no parecieran morcillas regordetas. Aún no me salen perfectos y eso pese a que habré hecho unos doscientos en mi trapo de pruebas y otros varios miles en las prendas de bebé que he bordado a lo largo de mi vida; no obstante, no desespero y pienso que algún día seré capaz de hacerlos mejor.
Hay muchos descubrimientos interesantes en este libro de bordados pero, para mí, uno de los aspectos más sorprendentes y que encuentro más útil para trasladar a otras labores, es el que se refiere a las diferentes versiones que Marie Suarez nos muestra de los puntos más sencillos que conocíamos de antes: me refiero, por ejemplo, a ese punto de escapulario bordado doble o el punto de espiga rebordado, el pespunte entrelazado con un hilo de otro color..., en fin, puntos elementales que siempre hemos utilizado y que con esas pequeñísimas variaciones que, además, son tan fáciles de hacer, resultan especialmente atractivos y mucho más ricos.
Para la hoja de títulos he recurrido, como en las anteriores, a mi propia inspiración, siempre echando mano de las múltiples ideas que encuentro en el propio libro y en las lecciones de bordado de Marie Suarez que es una fuente inagotable de conocimiento técnico en la materia y de creatividad en general.
Lleva una orla muy sencilla, combinando punto de cruz, pespunte y punto de margarita y el óvalo va bordado en esta ocasión sobre la misma tela, puesto que esta trama permite hacer perfectamente el punto de cruz 1/1 para las letras.
Cada vez que hojeo el libro, sea para entretenerme un poco, sea para escribir uno de estos "post", redescubro cada punto, cada composición y empiezan a bullirme en la cabeza un montón de ideas para hacer otras labores aplicando tal o cual detalle y eso me confirma que estaba en lo cierto cuando decidí hacer este proyecto y elegí el formato libro para recoger todas las muestras de bordado. Pienso que si tuviera solo el libro original en papel, eso no me despertaría la misma inspiración y las mismas ganas de emprender nuevas aventuras. Ahora mismo he puesto estas fotos sin pensar demasiado pero, a medida que iba escribiendo, he visto esta orla y no he podido evitar pensar que una mantelito para el té con ese mismo remate, en estos u otros colores, sería rapidísimo de hacer y quedaría delicioso. Y así me sucede continuamente, de manera que no puedo parar de emprender cosas nuevas.
Y como siempre, una página de título anuncia una nueva etapa en la que volveremos a experimentar con nuevos colores y nuevos puntos, pero antes tendremos que terminar esta que ahora os presento y que estoy segura vais a bordar muy rápidamente mientras esperais con ilusión otro nuevo reto.
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Besitos a todosEspero que lo que queda de las vacaciones os proporcione un buen descanso y mucha felicidad. Hasta muy pronto con nuevos bordados, sigo discurriendo para encontrar otra idea feliz que ofreceros.